"Si haces cosas todos los días y, si además, trabajas, no hay semanas". Eso me dijo el otro día cuando le reconocí que había sido buena idea obligarme a dormir un par de horas más el domingo, en lugar de levantarme para ir a otra cita de esas en las que ayudas a alguien con tu
experiencia o dejas que se sirvan de tu capacidad de redacción [sic.].Había sido una buena idea porque así no iba a volver a empezar la semana cansada.
experiencia o dejas que se sirvan de tu capacidad de redacción [sic.].Había sido una buena idea porque así no iba a volver a empezar la semana cansada.
Pero me contestó con una lógica aplastante que dejó mi agradecimiento a la altura de una colilla: "no hay semanas".