La echo de menos. Echo de menos ver que hay alguien que puede ser querido por todos, menos por aquellos que no merecen quererla. Echo de menos tal vez no a ella, sino lo que encarnaba: el protagonismo, el carisma personalizado en alguien que le arranca todo a esos dos sustantivos toda la capa de reconocimiento vanidoso (casi) intrínseco a la condición humana. Echo de menos la ternura de la justicia que tú representabas.
9/07/2010
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