es tristeza. Llevo días aplazando escribir un mail.
Escribir un mail.
Lo he redactado mentalmente varias veces, no tanto por saber cuál sería el resultado final; sino por ese diálogo con una misma que supone la escritura. Por asegurarme de que no me dejaba a nadie, o de que transmitía lo que para mí (y para otras muchas) supone hacerle [por fin!] un homenaje a la Emilia. Pero me he puesto a escribirlo y he huído a refugiarme en un post lagrimeado.
Ahora incluso dudo de saber qué supone para mí. Tal vez no quiera una clausura del duelo, porque lo percibo infinito, porque me despierta un miedo (irracional) de que ésta suponga un abrir la puerta al olvido cotidiano. Miedo de no estar a la altura, de que no abarque todo lo que tú crees que debería, que tiene que reflejar. Que el homenaje no haga justicia. Miedo a que se borre, se diluya aquello que esa persona tatuó en tu memoria.
Mierda.
4/30/2010
Tatuajes: a veces no es procrastination
Etiquetes de comentaris:
asfixias,
sobre aquellos y aquellas que...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)